miércoles, 8 de febrero de 2017

El empadronamiento y sus consecuencias



Ana Belén Cruz. Abogada.
El padrón municipal es el registro administrativo en el que están inscritas todas las personas que viven en un municipio. Todas las personas tienen obligación y derecho a empadronarse, y con ello se convierten en vecinos con los derechos y deberes cívicos que ello supone. Este registro acredita el domicilio de los vecinos de un municipio y sirve para saber cuántos y quiénes son las personas que conviven en el mismo y así planificar acciones y programas para cubrir las necesidades y mejorar la calidad.
También sirve para actualizar el censo electoral. 
Todas las personas tienen derecho a conocer la información personal que consta en el padrón, pudiendo modificarla o cancelarla.
Las hojas patronales son el documento en el que el ciudadano o ciudadana aporta sus datos personales a su Ayuntamiento. 
Está prohibido y es sancionable falsear u omitir información en el padrón. Por eso, has de modificar la información cada vez que: Cambies de domicilio, desees modificar alguno de tus datos personales, haya fallecimientos o nacimientos.
Ahora bien, este registro es utilizado con fines fraudulentos, ya que es habitual la petición a amigos, abuelos, etc., de inscribir en sus domicilios a una persona para poder obtener más puntos por cercanía y conseguir plaza en un colegio determinado, empadronar a un extranjero para temas de residencia, así como empadronamientos de amigos, o residencias temporales.
El aumento de empadronamientos ficticios, ha generado que El Defensor del Pueblo ha abierto una investigación sobre las normas de empadronamiento de Torrejón, que se ampara en una norma administrativa que excluye a quienes no son del núcleo familiar directo, viven en menos de 20 m2 o tienen visado de turista.
El problema surge cuando quieres dar de baja a una persona que ha sido voluntariamente empadronada por el titular de la vivienda, ya que se exige comunicación previa al empadronado y que la acepte, ya que no podemos obviar que dicha persona ha adquirido unos derechos como vecino de ese municipio y se considera su vivienda habitual, no siendo posible expulsarla del domicilio sin más y sin su consentimiento, teniendo que iniciar un procedimiento por desahucio.
Ahora bien, hay que distinguir las diferentes causas que han originado el empadronamiento, ya que es habitual que las empleadas de hogar permanentes se empadronen en el domicilio del empleador, siendo causa directa de la baja la extinción del contrato de trabajo. 
En el supuesto de los extranjeros se exige la renovación cada 2 años.

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