jueves, 4 de agosto de 2016

¿Por que se divorcian los cuban@s?

Judith M/4.Agosto.2016
Desde hace años, llama la atención que en Cuba el índice de divorcios es uno de los mayores de América Latina.
En este reportaje de Palenque Visión, el psicólogo Karel Reyes identifica 3 de los factores que más inciden en el divorcio, en el contexto específico de la sociedad cubana.
La 1ª causa de divorcio sería atribuida al bajo salario promedio. Reyes opina que el bajo salario dificulta las posibilidades de construir y mantener una familia propia.
Varios de los entrevistados coinciden en que el factor económico influye en el buen desarrollo de una pareja.
El dinero no alcanza ni para resolver las necesidades básicas de los individuos, y eso trae como consecuencia conflictos y una reducción en el nivel de vida.
De ello se deriva el 2º factor: las dificultades para comprar una casa y conseguir independencia, lo que obliga muchas veces a compartir vivienda con los padres de una de las partes de la pareja.
En ocasiones comparten una vivienda hasta 3 ó 4 generaciones, lo que promueve conflictos familiares.
La influencia de terceras personas que muchas veces conviven con el matrimonio (suegros, hermanos, tíos, sobrinos o abuelos).
La 3ª causa de divorcio sería la pérdida de valores éticos que sustentan la solidez de la familia.
El creciente fenómenos de los matrimonios de interés, en los que prima no el amor o la atracción sino los bienes materiales que puede aportar al matrimonio uno de los contrayentes, ya sea cubano o extranjero.
Aunque no se menciona en este vídeo, otro factor desencadenante de la alta cifra de divorcios en Cuba puede ser la temprana edad con que muchas parejas suelen casarse en Cuba.
El matrimonio en la Isla, a menudo, no es un fenómeno que nazca de la madurez de una relación amorosa, un paso más, sino casi el punto de partida de relaciones que luego el tiempo y la convivencia, se encargar de disolver con relativa facilidad.
A ello se suman otros fenómenos crecientes en la sociedad cubana como el alcoholismo o la drogadicción.
Cuba fue el 1º país latinoamericano en aprobar una ley de divorcio. Eso ocurrió en el año 1918, aunque ya en 1903 se había presentado en la Cámara de Representantes un proyecto que no fue aprobado.
Según el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, entre 1970 y el 2009 el índice de los divorcios en la Isla se ha triplicado.
Si en 1970 la proporción era de 22 divorcios por cada 100 matrimonios; subió a 39 en 1981; y alcanzó 64 por cada 100 matrimonios en 2009, cuando hubo 35 034 sentencias firmes, según datos del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas.
En general, el promedio de duración de los matrimonios arroja un período entre 10-15 años, para un 35 % de la población cubana que es casada, según los datos de la ONE.
Para los cubanos, divorciarse es un trámite fácil y no especialmente costoso, a diferencia de lo que sucede en otros países. Basta con que uno o ambos cónyuges acudan a una notaría y lo pidan.

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