domingo, 28 de septiembre de 2014

Muchas parejas no miden la realidad que sigue a la separación

El cuidado de los hijos requiere dedicación y sacrificio. Foto: Reuters


EL MERCURIO / GDAC. GONZÁLEZ/ 27.09.2014

Está comprobado que más del 90% de las parejas separadas mantienen sentimientos de enojo y rencor meses después de la ruptura, y solo 1 de cada 10 parejas logra reconstruir una vida satisfactoria. El psiquiatra Arturo Roizblatt cree que las parejas se separan sin pensar en la realidad que van a vivir una vez separados. En su libro "Divorcio y familia. Antes, durante y después" analiza el antes, el durante y el después del proceso, con el fin de reducir los efectos negativos en la pareja, los hijos y la familia.

La evidencia muestra que más del 90% de las parejas separadas mantienen sentimientos de enojo y rencor a los pocos meses de la ruptura. Incluso hay estudios que reflejan que 10 años después del divorcio, el 50% de las mujeres y 1/3 de los hombres siguen intensamente enojados con sus excónyuges, y que apenas 1 de cada 10 parejas ha logrado reconstruir una vida satisfactoria.

Estas cifras no son sino el reflejo de un proceso que, según los especialistas, es considerado la 2ª situación más estresante que puede vivir una persona, después de la muerte de un ser querido.

Y también son el reflejo de que la mayoría de las parejas no saben cómo enfrentar este proceso, como enfatiza el psiquiatra Arturo Roizblatt, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y autor del libro "Divorcio y familia. Antes, durante y después". El texto tiene como objetivo ser una guía para quienes atraviesan por una crisis en su vida de pareja.

"Básicamente, busca hacer una labor preventiva, ya sea dando pautas para analizar cuán rescatable es la relación amorosa y buscar una solución satisfactoria para el matrimonio y, por otro lado, cuando la separación es inevitable, que sea de la forma menos traumática para todos", explica.

A juicio de Roizblatt, hoy el matrimonio está "bastante desvalorizado", y son escasas las instituciones e instancias que ayudan a quienes atraviesan una crisis. 
Un problema que comienza incluso antes del compromiso. "Hay parejas jóvenes que llegan al matrimonio sin una reflexión profunda sobre lo que están haciendo".

Reflexión y análisis son, precisamente, aspectos clave para el psiquiatra, ya que muchas personas cuando piensan en el tema de la separación no siempre hacen todo lo que está a su alcance por mantener la relación. "Hoy al matrimonio se le exige calidad, pero no siempre hay disposición al sacrificio y no le dan una 2ª vuelta".

Además, no hay una visión clara de los efectos de una ruptura.

"Se lanzan sin haber estudiado bien cuáles serán los períodos por los que van a pasar y no visualizan bien la realidad que van a vivir una vez separados". De hecho, agrega, hay un porcentaje de personas que se arrepienten de la decisión, y buscan volver con sus exparejas, sin éxito la mayoría de las veces. Y si lo logran, suelen ser actos impulsivos -nuevamente sin "reflexión"- que pueden llevar a una nueva ruptura.

Otro aspecto que a veces pasan por alto es cómo una separación afectará a todos los involucrados, que son más que la pareja: hijos, padres, familia, pero también relaciones laborales, con vecinos o el colegio.

"Todo depende de la forma como la pareja lleva la separación. Si hay armonía, reflexión por parte de ambos y consensos en relación a deberes y derechos, el resultado es satisfactorio", precisa.

Pero hay situaciones más violentas y disruptivas en las que influyen factores económicos, de lealtad, la edad y la presencia de hijos, por ejemplo. El apoyo de un profesional o un sacerdote, también el de un buen amigo o consejero, puede ser de gran ayuda en esos casos.

"La mediación familiar se supone que debe ayudar a eso, pero se ha transformado en un mero trámite; más que terapéutica, es una instancia legal y administrativa", opina.

Roizblatt enfatiza que pese a lo mal que puede terminar una separación, una vez que se calman los ánimos, siempre está la posibilidad de establecer relaciones armoniosas y constructivas, "si es que existe la voluntad para eso".

"Una pregunta que debe estar siempre presente es si están dispuestos a hacer sacrificios tras la separación, sobre todo por los hijos en común. Hay rituales familiares en los que deberán compartir espacios y que requieren de acuerdos, de manera que las diferencias como pareja no afecten su rol como padres, o incluso abuelos, considerando que las separaciones entre adultos mayores son un fenómeno cada vez más frecuente".
"Pese a lo mal que se termine, siempre está la posibilidad de generar relaciones estables, armoniosas y constructivas"

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