jueves, 9 de junio de 2016

Divorcio: Los hijos y la nueva pareja

dkvseguros.com/Junio 2016
¿Qué ocurre cuando hay una nueva pareja?

Cuando las familias separadas deciden reconstruir sus vidas junto a una nueva pareja, la cosa se complica. ¿Cómo viven los niños la llegada de esa nueva persona? ¿Cómo deben actuar los padres para tratar los conflictos que puede traer esta nueva situación? 
Si bien puede resultar complicado que los niños afronten esta nueva relación, puede resultar beneficiosos que su padre o madre encuentren de nuevo el amor.

Los niños tienen en mente el papel de padrastro o la madrastra que aparece en los cuentos infantiles, una figura mala y conflictiva. Si ya existen problemas para tener una buena relación con nuestros propios hijos, las complicaciones pueden ser mayores si los hijos vienen de una relación anterior. Del mismo modo que la madrastra o padrastro no deben sentirse presionados a aceptar y querer al hijo de otra pareja, los padres no deben forzar a los niños a aceptar de forma inmediata a la nueva pareja. Para que tengan un buen desarrollo es necesaria la paciencia y la comprensión. A su vez, debemos dedicar tiempo para comunicarse y forjar una relación.

Los padres tienen que entender que los niños puedan rechazar esta nueva pareja, sobre todo cuando ejerce su autoridad. Los niños pueden ver en esta persona un sustituto, pero no hay que caer en sus provocaciones, ni forzar a que les acepten rápidamente. Hay que dejar claro el rol que va a adoptar la nueva pareja, para que los niños no caigan en el error de pensar que han perdido a su madre/padre biológico. No se trata de ponerse en el lugar de su padre/madre, sino de aceptar la relación sentimental que les une. Asimismo, las decisiones más importantes sobre la educación del menor deben ser consensuadas por los padres separados.

Pero, ¿qué ocurre cuando los 2 miembros tienen hijos anteriores a la relación? 
Es importante dedicar tiempo a que se conozcan y la relación crezca poco a poco, respetando siempre sus sentimientos. La pareja tiene que encontrar tiempo para compartir sus aficiones con sus hijos biológicos. En momentos de discusiones, es normal que los niños se quejen por ser tratados de diferente forma. Como padres, debemos escuchar los motivos de su enfado, que sepan que son atendidos y que siguen ocupando un lugar importante en la nueva situación familiar. Ante todo, se debe tener en cuenta los sentimientos de los niños, ya que si para el adulto rehacer su vida resulta complicado, para los niños implica un gran cambio que no siempre es fácil de asumir.

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