sábado, 28 de febrero de 2015

Gett: The Trial of Viviane Amsalem: un divorcio bajo la ley judía



Gett: The Trial of Viviane Amsalem: un divorcio bajo la ley judía
PILAR AYUSO/Crítico de cine/el Nuevo Herald/02/26/2015
‘Gett: The Trial of Viviane Amsalem’, dirigida por Ronit y Shlomi Elkabetz.
Esta es la historia de una separación matrimonial en Israel. El tema está anunciado en el término hebreo: gett (guet) (divorcio)
En un país donde, bajo la ley de Moisés, no se reconoce la ruptura sino en un tribunal rabínico, hay una mujer que lucha por el derecho a ser libre y un hombre que se opone a él.
Por 3 años se aplazan las audiencias en la corte religiosa y el esposo, Elisha (Simon Abkarian), rehúsa a comparecer. Finalmente aparece, absolutamente obstinado, solo para no ceder. Un trío de rabinos deberá decidir ante la insistente petición de esta esposa infeliz. Pero ni siquiera los jueces tienen la última palabra, bajo una ley divina que favorece a una de las partes: el marido.
Detrás del filme, nominado a los Globos de Oro, están los hermanos directores Ronit Elkabetz (quien encarna brillantemente a Viviane) y Shlomi Elkabetz, que retoman el tema femenino en la 3ª de su serie, y a la manera de la trilogía Before… de Linklater, regresan siempre los mismos actores en sus roles.(.....)
Los tres rabinos necesitan “fundamentos” para decidir, la historia es esencialmente la búsqueda infructuosa de una causa. Pero los testigos no pueden aportar razones fehacientes para el divorcio de “un matrimonio judío honorable”, ni siquiera los de la parte femenina. En la ley religiosa, no hay un término llamado “incompatibilidad de caracteres”
Tampoco estamos ante el caso de mujer físicamente maltratada por marido abusivo, una tangente del problema de la que felizmente han huido los directores, en pos de ir a la raíz: el derecho a la libertad.
Las interminables sesiones del proceso, que dura un lustro, con interrogatorios al matrimonio, intervenciones de los abogados, palabras de los testigos, se convierten en una carrera absurda que gira en círculos y no conduce a ningún lado. Pagar un penoso precio para que –como dicta la Torah- el gett sea colocado por el marido en las manos femeninas, es la única salida en este aplastante retrato de la mujer en Israel actual.• 


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