viernes, 24 de octubre de 2014

Sonia Ferrer: 'Yo no quiero custodia compartida'

Sonia Ferrer en una cena benéfica este martes
Sonia Ferrer en una cena benéfica este martes GTRES
Sonia Ferrer (37 años) es rotunda en relación a la sentencia que se conocerá en unos días sobre la guarda y custodia de su hija. La comunicadora y su ex marido, el cirujano plástico Marco Vricella, están a punto de conocer el final del litigio que los tiene enfrentados desde hace 1 año y medio.
Actualmente, su hija Laura vive con ella.
En este momento la pareja se ajusta a un régimen de medidas provisionales en relación con la hija que tienen en común. La pequeña Laura vive con su madre en el que fue el domicilio conyugal de la pareja y pasa los fines de semana alternos y un día entre semana con su padre. El progenitor tiene que pasarle 1.500 euros para su hija, pero Sonia Ferrer no recibe ningún tipo de pensión.
La noche del pasado martes, LOC se encontraba con Ferrer en una fiesta organizada por la marca Folli Follie en el Casino de Madrid, y fue allí donde la presentadora comentó a la prensa que la sentencia de su divorcio no debe tardar. "No puedo comentar nada más. Es un tema que tiene que resolver la Justicia. Los tiempos no los controlo yo", comenta. Sonia Ferrer se tensa al contemplar la posibilidad de tener que escuchar que la guarda y custodia de su hija puede ser al 50% con su ex marido. "Yo no quiero custodia compartida" comenta.
Marco Vricella vive a caballo entre Madrid y Marbella
Según la información que maneja LOC y que ninguna de las partes quiere confirmar es que la sentencia compartida de Laura es la opción más posible por parte del juez. Aunque en el último momento y antes de comenzar el juicio oral, Marco Vricella contempló la posibilidad de una sentencia judicial equivalente al contenido de las medidas provisionales vigentes en este momento y donde no existe la custodia compartida, al final se quedó en una simple intención. El juez dio comienzo al juicio que en estos momentos se encuentra en su última fase, la decisión del litigio que ponga fin al matrimonio y un orden definitivo con la hija en común.
Quienes conocen bien a la ex pareja consideran que una custodia compartida sería la peor de las menores opciones. Vricella pasa mucho tiempo fuera de casa por motivos laborales y entre dos ciudades, Marbella y Madrid. En cambio, Sonia tiene dedicación absoluta a su pequeña. ¿Primará para la justicia la igualdad de sexos o la disponibilidad real de sus progenitores?

No hay comentarios: